CHARLIE CHAPLIN

El referente de la semana es Charlie Chaplin, el director y actor genial, el cual entre su extensa filmografía, allá por el año 1940 rodó la película el Gran Dictador, película en la cual, ridiculizaba el régimen nazi de Hitler y por extensión todos los regímenes totalitarios del mundo. Por su gran parecido físico con el dictador alemán, el mismo protagonizó los dos papeles estelares de la película, el de Hitler y el del barbero judío que confundían con el dictador.
Por increíble que parezca, esta película le trajo problemas hasta en los mismísimos EE.UU de América, en donde le acusaron de ir en contra de todo lo norteamericano, y por supuesto en España, en donde estuvo prohibida durante el régimen fascista de Franco, y estrenada en 1977, con espectacular asistencia de público.
La ideología de Charlot estaba marcada claramente por la sensibilidad social, el no al racismo y a la xenofobia, y a la paz entre los pueblos, como así lo demostró en un discurso al final de la película en donde entre otras cosas decía:

"Lo lamento, pero no quiero ser emperador, ése no es mi negocio. No quiero conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todos, si fuera posible: judíos y gentiles, blancos y negros. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso..."

Palabras hermosas de un hombre genial,al que entonces acusaron de ingenuo y utópico, capaz de hacernos reír, hasta en la adversidad.