viernes, 30 de abril de 2010

ESOS CABRONES......




"7.000"

ROSA MONTERO

Que me los presenten. Que me presenten a esos 7.000 madrileños que abandonaron a sus perros para irse con toda tranquilidad de vacaciones.
Que me presenten a esos 7.000 energúmenos capaces de dejar atrás, con impavidez espeluznante y una pachorra inmensa, los hocicos temblorosos y las miradas dolientes de sus animales.
¿Cómo lo harán? ¿Apearán al perro en mitad de un campo solitario y huirán después a todo rugir de coche, con el pobre bicho galopando espantado detrás del guardabarros hasta que su aliento ya no dé para más? ¿O quizá lo llevarán a algún barrio lejano y escaparán aprovechando algún descuido, un amistoso encuentro con otros perros o un goloso olfatear de algún alcorque?
No les importa que luego el animal, al descubrirse solo, repase una vez y otra, con zozobra creciente y morro en tierra, la borrosa huella de sus dueños, intentando encontrar inútilmente el rastro hacia el único mundo que conoce. Son 7.000 sólo en Madrid: el censo estatal de malas bestias puede aumentar bastante.
Que me presenten a esos tipos que tuvieron el cuajo de tumbarse con la barriga al sol en una playa, plácidos y satisfechos tras haber condenado a sus perros, en el mejor de los casos, al exterminio en la perrera, y, más probablemente, a una atroz y lenta agonía en cualquier cuneta, con el cuerpo roto tras un atropello. O a servir de cobaya en un laboratorio, o a morir en las peleas de perros, espeluznantes carnicerías que, aunque ilegales, parecen estar en pleno auge como juego de apuestas.
Que me presenten a esos seres de conciencia de piedra. Quiero saber quiénes son, porque me asustan: si han cometido un acto tan miserable e inhumano, ¿cómo no esperar de ellos todo tipo de traiciones y barbaries? Probablemente pululan por la vida disfrazados de gente corriente: es una pena que las canalladas no dejen impresa una marca indeleble.

El País, 

domingo, 11 de abril de 2010

DIEZ RUEGOS DE UN PERRO A LOS SERES HUMANOS

1.- Mi vida dura unos 10 ó 15 años. Cada separación de ti es para mí un sufrimiento. Piénsalo bien antes de adquirirme.

2.- Dame tiempo para comprender lo que quieres de mí.

3.- Infúndeme confianza. Vivo de ella.

4.- No te enojes demasiado conmigo y no me encierres como castigo. Tú tienes tu trabajo, tus diversiones y tus amigos. ¡Yo sólo te tengo a ti!

5.- Habla conmigo de vez en cuando.

6.- Aprende a tratarme como es debido. Yo nunca olvido.

7.- Antes de pegarme, piensa que mis mandíbulas podrían destrozar fácilmente los huesecillos de tu mano y, sin embargo, no hago uso de ellas.

8.- Antes de que me taches de “inútil”, “testarudo” o “perezoso” cuando me pides que haga algo, piensa que ha podido hacerme daño la comida o que he estado demasiado rato al Sol o que mi corazón está cansado.

9.- Ocúpate de mí cuando llegue a viejo; también tú lo serás algún día.

10.- Quiero que estés a mi lado cuando llegue ese difícil trance. No digas nunca “no puedo resistirlo” o “que suceda cuando yo no me halle presente”. Todo me resultará más fácil si estás conmigo.


       
Hace dos años que tengo a Xana conmigo, una golden retrieve preciosa, la cuidaré hasta el final, porque lo único que me da es cariño, compañía, fidelidad, momentos simpatiquísimos e inolvidables....y porque ya no sabría vivir sin ella.