martes, 16 de octubre de 2007

CHRISTIAN VON WERNICH


El sacerdote católico acusado de ser cómplice en seis casos de homicidio (se sumó un séptimo, cuando los jueces Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo incluyeron en la condena el homicidio de la desaparecida María del Carmen Morettini, que los fiscales no estaban seguros de haber probado), 31 casos de torturas y 42 detenciones ilegales en centros clandestinos habilitados por la dictadura militar argentina, mantuvo casi siempre entrelazadas sus manos sobre las que apoyaba su barbilla, la mirada llena de odio,y manteniéndose altanero durante todo el juicio.
Yo que soy de los que opinan que casi todos los grandes dictadores y sus colaboradores se van de rositas de este mundo, ejemplos hay para dar y tomar, desde Hitler que se suicidó, hasta Franco que murió en la cama, u otros que se murieron antes de ser juzgados y condenados como Pinochet, y muchos más, como todos los dictadores que poblaron y pueblan algunos de los países asiáticos, los africanos, los sudamericanos, etc etc, grandísimos hijos de la gran......., que pasan toda su vida explotando a su país y sumiendo a sus ciudadanos en regímenes de terror y de asesinatos colectivos, hoy tengo que confesar haber sentido la satisfacción de ver como en Argentina uno de los colaboradores de la terrible dictadura militar, el sacerdote Christian Von Wernich, doblemente culpable de atroces cargos contra los izquierdistas asesinados y por su condición de sacerdote de la Iglesia Católica, que se supone tiene que estar siempre al lado de los que sufren, ha sido condenado a cadena perpetua por sus crímenes durante la Dictadura argentina.
Ojalá sirva de precedente para que todos aquellos que se han servido del poder para reprimir, explotar, violar,torturar,y asesinar a todos aquellos que no pensaban como ellos, sean juzgados en vida y no se marchen de este mundo libres de toda culpa, pues de los juicios divinos ultimamente soy muy escéptico.
Apertas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En España los fascistas siguen paseando a sus nietos por las alamedas de pueblos y ciudades cruzánsose a los hijos de aquellos que mataron u ordenaron matar por sus ideas. Aquí a pesar de lo que digan no ha habido transición a la democracia. La madurez de una democracia se refleja en cosas como estas, bien por la justicia argentina.

MANU dijo...

Para algunos la ley de memoria histórica es una agresión a la convivencia en paz, imaginate que en España se juzgara a aquellos franquistas que como tu bien dices aun se pasean por las calles de nuestras ciudades y pueblos, aquí se armaba la de dios, por eso yo felicito al pueblo argentino por acoger con normalidad estas justas sentencias.