lunes, 14 de julio de 2008

LA CRISIS Y LA EMPRESA

Hoy me han demostrado que la conciliación de la vida laboral y personal solo existe en las buenas intenciones de aquellos que luchan por ello. La empresa es una máquina de devorar vida, la vida de aquellos que trabajan día a día para que la empresa funcione, de aquellos que dejan multitud de horas para rentabilizarla, de aquellos que sacrifican la mayor parte de su vida personal en beneficio de la empresa, en fin, de todos aquellos que consiguen con su esfuerzo, unos beneficios asombrosos y a veces vergonzantes, que los directivos de las empresas se encargan de hacerlos públicos sin ponerse colorados.
Lo que más me enoja, me enfada, y me saca de mis casillas, son las frases típicas de directivos con escasa preparación, y nula humanidad, frases dirigidas a sus empleados, a veces tan directamente que duele, y que a todas luces son indignas, frases como: " ya no eres rentable para la empresa", " consideramos que no tienes el perfil adecuado para los tiempos que corren "," podías dar mucho más", " te falta actitud", y así podía seguir. Despidos sin contar con la vida personal del empleado, comentarios despectivos, ordenes altisonantes, gritos, e incluso insultos a nivel personal. Esto que puede parecer extraterrestre, pasa en practicamente todas las empresas del mundo, sobretodo en aquellas muy jerarquizadas, y en donde todos, hasta el director general son empleados de la empresa.
Dicen que estamos en crisis, debe ser verdad, porque todo el mundo en mi empresa, y cuando digo todo el mundo, me refiero a aquellos que supuestamente nos dirigen, tratan de salvar su "culo", olvidándose de algo que para mi es fundamental, que es en estos momentos duros cuando tienen que demostrar que están ahí por méritos propios, que saben actuar en época de crisis, que dominan la situación, y que defienden a capa y espada a sus subordinados, pero no, ellos, se sacuden las responsabilidades con una rapidez inusitada, y las ostias van cayendo en el escalafón hasta llegar al último de los empleados.
Yo que soy un fiel defensor de que una estructura de organización debe estar diseñada de manera que sea perfectamente claro para todos quien debe realizar determinada tarea y quien es responsable por sus resultados, de esta forma se elimina de un plumazo la asignación de responsabilidades y se logra un sistema de comunicación y de toma de decisiones que refleja y promueve los objetivos de la empresa. Es decir, cada uno tiene la responsabilidad que tiene y nada más, y cada uno es responsable de sus actos, y no hay lugar a echarle la culpa al de más abajo. Pero no, eso en mi empresa no existe, los directivos son como el Papa, infalibles, y los subordinados unos descerebrados que hacen todo muy mal.
Uno, que ya va siendo veterano en esto, ya he pasado por unas cuantas crisis, se que más tarde o más temprano esta situación se solucionará, y entonces, aquellos que hoy braman contra los empleados y desvían las responsabilidades para otro lado, serán los que se pongan a la cabeza del éxito, y se atribuirán los logros conseguidos por el esfuerzo de todos nosotros.
Yo, quiero acabar este escrito, con una frase que la recordaré toda mi vida, dicha por un hombre sabio, por un hombre que fue, es y será mi referente toda mi vida, por un hombre que jamás huyó de las responsabilidades, sino que las asumía como algo implícito en su trabajo, en definitiva, por un hombre bueno:

Se siempre condescendiente con tus subordinados y muy exigente con tus superiores, así tendrás el respeto de unos y de otros.

Pero esto en mi empresa no existe, más bien todo lo contrario. Pensamientos como este, solo lo pueden tener personas que siempre anteponen los derechos de los demás a los suyos, personas que no huyen de sus responsabilidades, personas que defienden siempre a sus subordinados, personas que cuando las cosas van bien se esconden, pero cuando van mal se ponen al frente del problema, pero claro, personas como mí padre quedan muy pocas. Yo solo intento copiarle, con eso me basta.

miércoles, 2 de julio de 2008

NO ME DOY POR VENCIDO

Hoy no va de política, de empresa, de reivindicaciones, de crítica, de opiniones................hoy va de sentimientos, me apetece más, será que esta temporada estoy harto de la empresa, de los políticos, de las críticas, e incluso de las reivindicaciones. Me apetece desconectar de los problemas cotidianos, de los malos rollos, del trabajo, del pesimismo reinante en nuestra sociedad. Por eso hoy dejo que los sentimientos salten al aire, y que mejor que una preciosa canción de Luis Fonsi, al que no tenía el gusto de conocer.

Yo tenía una flor marchita en el bolsillo, ahora está hermosa y floreciendo.
Esta canción se la dedico a la mujer que hizo esto posible.

Apertas desde mi tierra gallega



Yo, yo no me doy por vencido
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

Tengo una flor de bolsillo,
Marchita de buscar a una mujer que me quiera
Y reciba su perfume hasta traer la primavera
Y me enseñe lo que no aprendí de la vida
Que brilla más cada día,
Porque estoy tan sólo a un paso de ganarme la alegría
Porque el corazón levanta una tormenta enfurecida
Desde aquel momento en que te ví…