Soy uno de esos hombres que ve los sesenta años a la vuelta de la esquina , ya cumplidos los cincuenta y siete, con todo lo que ello conlleva, tanto en lo personal como en lo profesional, en lo primero ,los amigos empiezan a sacarte defectos de todos los estilos, que si el pelo, que si la barriguita, las arrugas, que si en el sexo ya nada de nada, y en lo profesional, tus compañeros, y sobretodos, esos seres que nunca se equivocan,los jefes, cuestionan todas tus aptitudes y tratan de recolocarte en puestos de no excesiva responsabilidad, no vaya a ser que el abuelete no sea capaz de cumplir todos los retos propuestos por la empresa.
Ante todo esto, me rebelo, porque a los 57 años me encuentro en el mejor momento de mi vida, de momento no me cae el pelo, no existe la barriguita ,y pienso que las arrugas embellecen la cara, pero sobretodo el alma, porque te dan un aire respetuoso….., y en lo profesional, opino que puedo rendir a un buen nivel algunos años más, reconociendo que estoy a favor del relevo generacional, que más tarde o más temprano llegará, y hay que estar preparado para ello.
Pero me considero un rebelde, desde que nací, y me rebelo ante aquellas situaciones que creo que no son justas; ante aquellos que anteponen sus derechos a los míos; ante aquellos que exigen siempre, sin dar nada; ante aquellos que siempre empiezan sus frases con un yo; ante aquellos que siempre piensan que tienen razón; ante aquellos que no saben pedir perdón; ante aquellos que juzgan sin juzgarse antes; ante aquellos que no saben ponerse en el lugar del otro,…… y de todos estos, existen en mi empresa, como setas florecen en otoño.
Los cincuenta y siete, edad ya respetable, ya puedo escribir un libro, un libro en donde contar cantidad de vivencias, algunas felices, otras infelices, en general, veo el pasado con alegría, pero con nostalgia, y veo el futuro con esperanza, pero con respeto.
Solo le pido a la vida, que pueda llegar a cumplir mis sueños, mis metas, mis ilusiones, mis esperanzas, mis anhelos, mis deseos,que tengo muchos y muy variados, pero para terminar este escrito con una sonrisa, os voy a confesar uno de los que más ilusión me haría, sueño y deseo fervientemente ser " ABUELO ", el día que lo sea, se parará el mundo para mí, y me convertiré en el hombre más afortunado de la tierra.
Hoy, de trabajo , no quiero hablar, pero solamente una frase que jamás me cansaré de repetir, " La empresa, esa que siempre pide, pero casi nunca da".
Perdonadme, por hablar hoy solo de mí, es uno de esos momentos en que uno no sabe si está o lo pusieron, si andar o correr, si reír o llorar, si gritar o callar……solo sé, que me considero una buena persona, que a veces, quizás muchas, me callo, pero no otorgo.
Después de tres años sin actividad, recupero mi bitácora, con el firme propósito de seguir contando mis historias, vivencias, o simplemente escribir lo que me apetezca.
Saludos desde mi tierra gallega.
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