ASI SOMOS LOS HUMANOS

Increíble pero cierto, sin duda la especie menos solidaria somos los humanos, gastamos más en armamento que en alimentos. Mientras en Africa, Asia, Sudamérica,etc etc, los muertos por falta de alimentos se contabilizan por millones, los países que se denominan ricos, o potencias mundiales, se gastan cantidades ingentes y asquerosas en armamento. España es el décimoquinto país que más dinero se gasta en armarse, y luego presumimos de progresismo y avances sociales. Mientras este país se gaste un euro en armamento, seguiremos siendo un país insolidario, injusto, y ciego ante la hambruna que asola a millones de seres humanos.
España, país que está al frente de muchos avances sociales, se sitúa a la cola en solidaridad, y la grandeza de un país se mide por su generosidad con los más débiles y no por el tamaño o potencia de su ejército.


"El gasto militar en el mundo alcanzó en 2007 la cifra de 847.500 millones de euros, un seis por ciento superior a la del año anterior y un 45 por ciento superior a 1998, según revela el informe anual de 2008 del Instituto Internacional de Investigación para la Paz (SIPRI), con sede en Estocolmo. Esta cantidad supone casi 190 veces las ayudas comprometidas por los gobiernos en la última cumbre de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para paliar la actual crisis alimentaria.


Estados Unidos, por sí solo, representó el año pasado el 45% del gasto militar en todo el mundo, muy por encima de países como Reino Unido, China (37,8 millones) o Francia (33,9). España ocupa el decimoquinto lugar de la lista de quince países con más gasto militar del mundo. El informe del SIPRI destaca también que las ventas de armas aumentaron un 8% entre 2005 y 2006. El gasto militar ha aumentado un 45% en todo el mundo en los últimos diez años.

Estas cifras contrastan con las cantidades aprobadas la semana pasada en la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial, celebrada en Roma bajo el patrocinio de la FAO, en la que los delegados anunciaron un incremento en 4.500 millones de euros de sus donaciones para combatir el hambre, promover el desarrollo agrícola y paliar la situación generada en gran parte del mundo, especialmente en los países pobres, por el auge del precio de los alimentos.

Apertas desde mi tierra gallega

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