sábado, 15 de noviembre de 2014

NAVIDAD


Entramos en un tiempo mágico, de añoranzas y recuerdos, de alegrías y tristezas. Aquellos que tenemos la suerte de tener una familia amplia, se nos acumula la nostalgia de momentos auténticamente felices e irrepetibles. Tengo dibujadas en mi memoria, escenas casi teatrales, de representaciones fantasiosas, pero reales, quizás adornadas o agrandadas por la mente de un niño, pero que me ha ayudado a conservarlas a lo largo del tiempo. Conservar los recuerdos, es vivir dos veces, y yo, disfruto con ellos. En mis recuerdos, vuelven a vivir personas que lo han sido todo en mi vida, decía alguien, que el recuerdo es vecino del remordimiento, y a lo mejor es así, remordimientos de no haber disfrutado más de ellos, de su sabiduría, de su bondad, de su franciscana paciencia, remordimientos de mi rebeldía. Pero no quiero caer en la nostalgia, ni en la melancolía, quiero que sea tiempo de alegría, alegría en la remembranza de tiempos pretéritos que no volverán, pero que, cada vez que se acerca la Navidad, parece que , solo parece, por desgracia, que puedo volver a saborearlos.




miércoles, 5 de noviembre de 2014



Decía alguna vez, que me gustan las letras. Si tuviese la oportunidad de rebobinar mi tiempo, lo situaría en aquel feliz mes de septiembre de 1975, y digo feliz, porque recogí mi libro de notas, y comprobé que la ristra de suspensos, con los que me había obsequiado en el mes de Junio, estaban todos superados. Digo que lo situaría en aquel feliz septiembre, para seguramente, dedicar mis esfuerzos a lo que realmente me haría más feliz. Siempre me hechizaron los escritor@s, a lo mejor, porque tengo una visión desvirtuada de ellos, los asocio, a una vida desordenada, bohemia, impenitente, rebelde, nocturna, y con un cierto halo de transgresión. 
La realidad es que no soy escritor, ni siquiera un contador de vivencias, solo soy un hombre que se levanta cada mañana, a tratar de ser feliz con las pequeñas cosas, a aportar mi granito de arena para hacer felices a aquellos que están a mi lado, a cumplir con mi trabajo, tratando de dar la máxima rentabilidad a mi empresa, aunque a veces, esto, choca directamente con mis convicciones, a estar con mis amigos, que hay que cuidarlos mucho, pues escasean….., en definitiva, a vivir el día a día buscando ser, por lo menos, moderadamente feliz. Hasta que vuelve la noche , y me convierto en lo que yo quería ser, bohemio, rebelde, impenitente, nocturno y transgresor. Sé que solo es un sueño, y aunque desde hace unos años, cada día que vivo es un regalo para mí, me gustaría estar soñando siempre, porque al final, la vida, la veremos como un gran sueño.....